Manifiesto

Tanta fe se tiene en la vida, en la vida en su aspecto más precario, en la vida real, naturalmente, que la fe acaba por desaparecer. El hombre, soñador sin remedio, al sentirse de día en día más descontento de su sino, examina con dolor los objetos que le han enseñado a utilizar, y que ha obtenido al través de su indiferencia o de su interés, casi siempre al través de su interés, ya que ha consentido someterse al trabajo o, por lo menos no se ha negado a aprovechar las oportunidades... ¡Lo que él llama oportunidades! Cuando llega a este momento, el hombre es profundamente modesto: sabe cómo son las mujeres que ha poseído, sabe cómo fueron las risibles aventuras que emprendió, la riqueza y la pobreza nada le importan, y en este aspecto el hombre vuelve a ser como un niño recién nacido; y en cuanto se refiere a la aprobación de su conciencia moral, reconozco que el hombre puede prescindir de ella sin grandes dificultades. Si le queda un poco de lucidez, no tiene más remedio que dirigir la vista hacia atrás, hacia su infancia que siempre le parecerá maravillosa, por mucho que los cuidados de sus educadores la hayan destrozado. En la infancia la ausencia de toda norma conocida ofrece al hombre la perspectiva de múltiples vidas vividas al mismo tiempo; el hombre hace suya esta ilusión; sólo le interesa la facilidad momentánea, extremada, que todas las cosas ofrecen. Todas las mañanas los niños inician su camino sin inquietudes. Todo está al alcance de la mano, las peores circunstancias materiales parecen excelentes. Luzca el sol o esté negro el cielo, siempre seguiremos adelante, jamás dormiremos.

Pero no se llega muy lejos a lo largo de este camino; y no se trata solamente de una cuestión de distancia. Las amenazas se acumulan, se cede, se renuncia a una parte del terreno que se debía conquistar. Aquella imaginación que no reconocía límite alguno ya no puede ejercerse sino dentro de los límites fijados por las leyes de un utilitarismo convencional; la imaginación no puede cumplir mucho tiempo esta función subordinada, y cuando alcanza aproximadamente la edad de veinte años prefiere, por lo general, abandonar al hombre a su destino de tinieblas.

Pero si más tarde el hombre, fuese por lo que fuere, intenta enmendarse al sentir que poco a poco van desapareciendo todas las razones para vivir, al ver que se ha convertido en un ser incapaz de estar a la altura de una situación excepcional, cual la del amor, difícilmente logrará su propósito. Y ello es así por cuanto el hombre se ha entregado, en cuerpo y alma al imperio de unas necesidades prácticas que no toleran el olvido. Todos los actos del hombre carecerán de altura, todas sus ideas, de profundidad. De todo cuanto le ocurra o cuanto pueda llegar a ocurrirle, el hombre solamente verá aquel aspecto del conocimiento que lo liga a una multitud de acontecimientos parecidos, acontecimientos en los que no ha tomado parte, acontecimientos que se ha perdido. Más aún, el hombre juzgará cuanto le ocurra o pueda ocurrirle poniéndolo en relación con uno de aquellos acontecimientos últimos, cuyas consecuencias sean más tranquilizadoras que las de los demás. Bajo ningún pretexto sabrá percibir su salvación.

Amada imaginación, lo que más amo en ti es que jamás perdonas.

Únicamente la palabra libertad tiene el poder de exaltarme. Me parece justo y bueno mantener indefinidamente este viejo fanatismo humano.
Andre Breton

30 de marzo de 2013

Versos de ayer(CDV) y Deseos(Víctor Hugo)

Pasan los dias de mi vida como hojas de un libro...
Unas deprisa sin casi prestarles atención
y otras despacio recreandome en ellas...

Leo mis horas, mis minutos, mis segundos en cientos de palabras
leo letras que recordar y otras que olvidar
leo entrelineas esperando entender
y leo los poemas recientes que huelen a tí.

Pasan los dias de mi vida como hojas de un libro
con un comienzo de ilusiones
con hojas rotas que no puedo recomponer
con hojas escritas en blanco
y otras en tinta invisible que solo yo sé leer.

Este es el libro de mi vida...
hoy mas que nunca amo su lectura
porque tu nombre aparecerá escrito cientos de veces
en cientos de páginas a partir de hoy.



Se agotan mis ganas
Busco entre el silencio y la penumbra de la noche 
El motivo para seguir con la ilusión de vivir esta vida sin sentido.
Vivo preso en el desierto, en lo absurdo de esta noche sin ti.
Ya no se lo que busco.
Se me han ausentado los sueños y mis recuerdos.
Ya no se quien soy, se agotan mis ganas y el tiempo va pasando 
Busco muy dentro de mí ser, revivir los versos del ayer.
Pero sólo renacerán cuando llegue la luz de un nuevo día.



CRIDIVAL

TE DESEO


Te deseo primero que ames, y que amando, también seas amado. 
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar, no guardes rencores. 
Deseo, pues, que no sea así, pero que si es, sepas ser sin desesperar. 
Te deseo también que tengas amigos, y que, incluso malos e inconsecuentes, 
sean valientes y fieles, y que por lo menos haya uno en quien puedas confiar sin dudar. 
Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos. 
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta, para que, 
algunas veces, te cuestiones tus propias certezas. 
Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo, 
para que no te sientas demasiado seguro. 
Te deseo además que seas útil, más no insustituible. 
Y que en los momentos malos, cuando no quede nada más, 
esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie. 
Igualmente, te deseo que seas tolerante; 
no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil, 
sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente, 
y que haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros. 
Te deseo que siendo joven no madures demasiado de prisa, y que ya maduro, 
no insistas en rejuvenecer, y que siendo viejo no te dediques al desespero. 
Porque cada edad tiene su placer y su dolor y es necesario dejar que fluyan entre nosotros. 
Te deseo de paso que seas triste. 
No todo el año, sino apenas un día. 
Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena, 
que la risa habitual es sosa y la risa constante es malsana. 
Te deseo que descubras, con urgencia máxima, 
por encima y a pesar de todo, que existen, y que te rodean, 
seres oprimidos, tratados con injusticia y personas infelices. 
Te deseo que acaricies un gato, alimentes a un pájaro 
y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal, 
porque de esta manera, sentirás bien por nada. 
Deseo también que plantes una semilla, por más minúscula que sea, 
y la acompañes en su crecimiento, para que descubras de cuantas vidas está hecho un árbol. 
Te deseo, además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico. 
Y que por lo menos una vez por año pongas algo de ese dinero frente a ti y digas:  
“Esto es mío”
...sólo para que quede claro quien es el dueño de quien. 
Te deseo también que ninguno de tus afectos muera, 
pero que si muere alguno, puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable. 
Te deseo por fin que, siendo hombre, tengas una buena mujer, 
y que siendo mujer, tengas un buen hombre, 
mañana y al día siguiente, 
y que cuando estén exhaustos y sonrientes, 
hablen sobre amor para recomenzar. 
Si todas estas cosas llegaran a pasar, 
no tengo más nada que desearte.


Víctor Hugo

27 de marzo de 2013

Gnosis según Judas Héroe


¿Hizo Judas un favor a Jesucristo?

¿Cumplió un papel que ya estaba escrito para liberarlo de su forma humana?
¿Era Judas su mejor amigo?
El apóstol traidor, el judío codicioso 
que vende a Jesucristo en Getsemaní por 30 monedas de plata,
el suicida, el lobo que besa y muerde,
el ser repulsivo cuyas excreciones Martin Lutero 
convirtió en una escatológica y delirante diatriba contra los judíos.
Judas una figura cuya demonización 
ha servido incansablemente de pretexto para el antisemitismo,
hasta acabar convertida por los nazis en "musa del Holocausto".
Citado sólo 22 veces en el Nuevo Testamento, 
no era siquiera mencionado en los primeros textos bíblicos 
y sólo fue adquiriendo sus dimensiones monstruosas a partir del siglo I,
a medida que cristianos y judíos se enemistaban.

Realmente este Apóstol jamás traicionó a Jesús el Cristo; sólo representó un papel, y éste se lo enseñó su Maestro Jesús. El Drama Cósmico, la vida, pasión y muerte de nuestro Señor el Cristo, fue representada desde los antiguos tiempos por todos los Grandes Avatares. 
El Gran Señor de la Atlantida, antes de la segunda catástrofe transapalniana, 
representó en carne y hueso el mismo Drama de Jesús de Nazaret.

Jesús dice a Judas: “Superarás a todos ellos. Porque sacrificarás al hombre que me vistió”. Los estudiosos lo interpretan como que Cristo le indicaba que le ayudaría a liberar el ser espiritual al ayudarle a despojarse del ser físico.


Incuestionablemente cada uno de nosotros lleva en su psiquis a los tres traidores. Judas, el demonio del deseo; Pilatos el demonio de la mente; Caifás, el demonio de la mala voluntad. Estos tres traidores crucificaron al señor de Perfecciones en el fondo mismo de nuestra alma. Se trata de tres tipos específicos de elementos inhumanos fundamentales en el drama cósmico. Indubitablemente el citado drama se ha vivido siempre secretamente en las profundidades de la conciencia superlativa del ser. No es pues, el drama cósmico propiedad de Jesús como suponen siempre los ignorantes ilustrados. Los Iniciados de todas las edades, los Maestros de todos los siglos, han tenido que vivir el drama cósmico dentro de sí mismos, aquí y ahora. Empero, Jesús tuvo el valor de representar tal drama íntimo públicamente, en la calle y a la luz del día, para abrir el sentido de la iniciación a todos los seres humanos, sin diferencias de raza, sexo, casta o color. Es maravilloso que halla alguien que en forma pública enseñare el drama íntimo a todos los pueblos de la tierra.

Más otra cosa es el maestro que representó este papel, indudablemente un papel tan fuerte e importante solo lo podría representar alguien muy preparado, pero solo cumplió con las órdenes del maestro Jesús, para que se representara el Drama Cósmico













Antes que nada debo hablarles sobre el gnosticismo...

¿Que eran los gnósticos? 

La traducción alude al significado de “el que conoce”. Pero el conocimiento gnóstico no se refería al conocimiento común o al científico, sino a uno de orden místico, a algo que está más allá de las apariencias. Los saberes de estas comunidades combinaban varios elementos religiosos antiguos, desde los egipcios hasta los griegos (principalmente Platón y los órficos). 

Según su cosmovisión, todo lo que ves fue creado por un dios, pero ese dios no es perfecto puesto que no creó el universo y la humanidad por el principio máximo que es el Amor. Jesús viene a ser un enviado de un DIOS con mayúscula, “Que no tiene nombre” y que por lo tanto no es conocible. 
Ese es el verdadero Dios que tiene como principio máximo el Amor. Para conocerlo, no se necesitaba de la FE, sino de la “gnosis”, de una revelación divina que demostraba que cada creyente gnóstico es en sí DIOS, puesto que su cuerpo es un recipiente mortal o “eidolon” que encierra una “chispa divina” la cual se llama “daemon” y que es nuestro verdadero yo. 




La frase atribuída a Sócrates promulga: “Conócete a tí mismo(Nosce te ipsum)”, que es una máxima de los gnósticos. La meta de ellos era enlazarse al Dios perfecto, no fundirse en él de manera que su personalidad espiritual se conserve y a la vez se es en Dios (daemon universal). 

La Crucifixión, la Resurreción, eran para ellos algo así como “Introducción al cristianismo para tontos”.



¿Qué tiene que ver todo esto con JUDAS? 

Bien, en primer lugar, se cree que el polémico "Evangelio según Judas", manuscrito que fue escrito por gnósticos. 

Y en segundo lugar, lo anterior se evidencia en su contenido, que en resumen es el siguiente: Desde que conoce a Jesús, Judas se convierte en su confidente y mejor amigo. Él no es como los demás discípulos, puesto que suele comprender mejor las parábolas y mensajes “de doble sentido” que promulga su Rabí o Maestro. Por ejemplo, en una oportunidad, el Rabí se rió de ellos cuando se encontraban bendiciendo la comida según el ritual judío. Luego Jesús calla, y les explica que estaban venerando a un Dios falso, pero nadie entendió. Judas es el único que lo comprende, entonces su Maestro decide revelarle en secreto los misterios del universo (esta es la gnosis)También induce a su amigo de que lo traicione, puesto que necesita liberarse de su cuerpo terrenal para retornar al Padre que no posee nombre (del eidolon al daemon universal o de luz)
Al final, Judas termina accediendo al pedido.

Aun sigue resonando la pregunta de Jesús ante Pilatos:
¿Que es la VERDAD?

Espero haber abierto sus mentes como lo hace día a día mi alter ego en Twitter y reconocer que hubo varias cristiandades distintas, y no una sola.

24 de marzo de 2013

La Respuesta es el Futuro


Es un lugar común, pero es también cierto: en la Argentina hay importantes debates pendientes. El diálogo, el civilizado intercambio de pareceres al que llamamos debate, no se da fácilmente entre nosotros. Cuestiones tales como si es necesario privatizar o estatizar, si es conveniente acercarse o diferenciarse de los Estados Unidos o de Brasil, la cuestión de cómo debe dirigirse la imprescindible ayuda asistencial, el trabajo sobre un plan eficiente para frenar el narcotráfico y tantas otras son abordadas con poca profundidad: lo que suele dominar la escena es siempre el afán de los que gobiernan de perpetuarse en el poder y manejar los temas según una conveniencia de muy corto plazo. Algunos dicen que la política tomó por asalto al Estado; lo cierto es que desde Arturo Frondizi no hay entre nosotros una idea de país.

La cuestión de si privatizar o estatizar, por ejemplo, debe abordarse estudiando caso por caso, mirando datos ciertos y considerando planificaciones adecuadas, y superando sobre todo los obsoletos planteos ideológicos que no son ya tomados en cuenta en ninguna parte del mundo. En vez de hacerlo, generamos confrontaciones y desplegamos retóricas engañosas.

Pero hay una vuelta de tuerca más, que podría ayudar a entender la ausencia del diálogo que reclamamos. No son sólo debates lo que nos está faltando. Nos falta futuro. Nos falta voluntad de dar forma a una nueva realidad y nos sobra desencanto, miedo y frustración. Dedicamos más tiempo a describir el fracaso que a dejarlo atrás. Es urgente que aprendamos a superar la posición reivindicativa y logremos generar posiciones activas y vitales que hagan posibles las soluciones que necesitamos.

La visión reivindicativa considera más importante el pasado que el futuro y hace pesar sobre todos nosotros una realidad que ya no existe. Se abusa de las referencias a personas y situaciones que pertenecen a otra época. Se busca revancha, no soluciones. Se valora más un deseado desquite que la vida y los proyectos de los que hoy luchan por abrirse camino. La visión aspiracional, en cambio, nos permite enfocar donde es necesario hacerlo: en el esfuerzo y el placer del desarrollo, en el sano deseo de crecimiento. Los recursos y la inteligencia se aplican así a la generación de oportunidades y al aprovechamiento de todas las opciones que aparecen en este complejo mundo moderno. En la posición reivindicativa, muchos se levantan pensando a quién harán ese día responsable de nuestros fracasos; tenemos que empezar a levantarnos todos buscando cuál es la mejor solución para resolver los problemas concretos.

Esto cobra especial sentido en el crucial momento en el que está la civilización: el ambientalismo dejó de ser una opción y es hoy una perspectiva que debe aplicarse a todos los temas. Al menos, si queremos que siga habiendo mundo. El deterioro del planeta no es ya una advertencia nacida en el pesimismo, sino una realidad apremiante que no puede ser desatendida.

Urge centrarnos en las discusiones pendientes y pensar qué vamos a hacer los próximos tres años en la Argentina. ¿Hacia dónde queremos ir? ¿Qué pasos necesitamos dar para alcanzar los objetivos de desarrollo que todos queremos? ¿Qué valores sirven a esta intención? Parece claro que el diálogo, la cooperación, el trabajo serio y coordinado para enfrentar los problemas reales de hoy son claves de la actitud necesaria. Un estudio profundo de los temas, la voluntad de conocer a fondo la realidad y de diseñar en conjunto respuestas adecuadas.

Hace años que vengo trabajando para convocar a todos los que quieran sumarse al desafiante trabajo de hacer el país que queremos. Y cada vez obtengo mejor respuesta a este llamado entusiasta. Mi acción política, mi rol dirigencial, ha tenido siempre como sentido convocar a mis compatriotas a un acto de rebeldía esencial. Rebeldía, sí, una rebeldía que osa superar prejuicios, referencias caducas, temores, timideces, falsas diferencias. Rebeldía de romper los moldes repetitivos y participar: ¿por qué tenemos los argentinos tanta facilidad para distanciarnos, dividirnos, enemistarnos, cuando en cuestiones básicas sería sencillo coincidir? Todos queremos eliminar la pobreza, actualizar y mejorar la educación, generar trabajo y oportunidades para todos, integrarnos al mundo, reforzar la seguridad y hacer una Argentina moderna y desarrollada. ¿Por qué entonces nos cuesta tanto respetarnos y trabajar juntos?

Este cambio, este uso virtuoso de la política, requiere un mayor involucramiento de todos. El país necesita nuevos protagonistas, sin límites de edad, credo, sexo, profesiones o falsas ideologías. Es cierto que hay muchas gestiones individuales rescatables y valiosas, especialmente las de algunos intendentes de localidades medianas, donde hubo y hay más compromiso con las necesidades reales de la gente que en la gestión macro del Estado nacional. Pero no habrá evolución suficiente si nos dejamos llevar por falsos relatos, por anuncios vacíos o por fotos engañosas. Debe haber capital humano organizado en equipo, desarrollo tecnológico en función de una estrategia de crecimiento que tenga además una fuerte inserción internacional. Eso pondrá a la Argentina y a los argentinos en el lugar que deseamos y nos merecemos.

Los próximos tres años serán años de crecimiento y de gran aprendizaje. Sólo con mucho coraje podremos romper con los formatos de un sistema político que no ha sabido incluir a todos. Esa convicción debe impulsarnos a participar. El país que queremos no viene hecho ni se hace solo. Tenemos que comprometernos con nuestro potencial y realizarlo en un clima de entendimiento. Sumemos nuestras inteligencias y nuestras buenas intenciones.

16 de marzo de 2013

Cristianismo


SI SE TOMA COMO ÚNICA MEDIDA DE TODAS LAS COSAS EL REPRESENTAR COTIDIANO, ENTONCES LA FILOSOFÍA SERÁ SIEMPRE UN DESVARÍO

"Un momento de locura es la puerta abierta a años de confusión.  
Un momento de confusión es el primer paso para días largos de disensión. 
Un momento de disensión puede ser el camino para una absoluta división"

Creer en el cristianismo es una locura. No es como ninguna otra religión. La mayoría nos cuenta cómo Dios utilizó a sus “elegidos” para trasladar sus enseñanzas a los hombres. El cristianismo se atreve a decir que fue Dios mismo quien se apersonó en la tierra para ese propósito. Esa diferencia es crucial y convierte al cristianismo en una locura. Pero el cristianismo va todavía más allá. No solo dice que Dios se presentó como un ser humano más, sino que su propósito al hacerlo no era únicamente para dar sus enseñanzas a la humanidad, sino para redimirla y darle la oportunidad de una “vida eterna”. Esto también es una diferencia crucial y la convierte todavía más en una locura.

Lo que lo convierte en una locura total es el método utilizado para cumplir ese propósito. El Dios hecho hombre debía ser despreciado y morir de una de las peores y más dolorosas muertes. Su sangre debía ser derramada para que pudiese constituirse en un sacrificio que reivindicara a toda la humanidad.

Pero la cosa no terminaba allí. El Dios-hombre debía además vencer a la muerte y resucitar, volver a la vida, retornar de la tumba, vencer al mal, lo que le permitiría ofrecer a la humanidad la redención completa.

Y por loco que parezca, el cristianismo proclama que todo esto sucedió en la vida de un hombre de una pequeña e insignificante provincia del imperio romano, llamado Jesús.

La verdad es que, viéndolo fría y racionalmente, esta es una historia bastante inverosímil. Existen infinidad de razones por las cuales se podría cuestionar su veracidad e incluso hasta su existencia. Pero el otro lado de la moneda es que también existen evidencias que confirman al menos la parte material de la historia, además de las consecuencias históricas que ha tenido este suceso, que marcó la historia, por lo menos de lo que conocemos como la civilización occidental.


Al final es una cuestión de fe. No podemos probar con certeza siquiera la existencia de Jesús, no digamos su resurrección. Todavía no tenemos una máquina del tiempo para regresar a aquellas épocas a documentar lo que sucedió. Hasta la fecha, tampoco tenemos la evidencia de nadie más que haya regresado de entre los muertos y que nos cuente cómo es la cosa “del otro lado”.

Lo único cierto es que este hecho fundamental es exclusivo del cristianismo entre las grandes religiones. Y por lo mismo, lo enfrenta a uno a la disyuntiva de creer algo que a todas luces parece inverosímil, pero que es la creencia fundamental sin la cual todo el resto del andamiaje del cristianismo se desmorona.





La fe cristiana no es un seguro de vida -‑¡o de muerte!- para el hipotético "más allá". 


No es una religión que traslada los problemas del mundo al juicio final.

No es un opio que adormece a los desheredados de la tierra con la promesa del nirvana eterno.

No es una doctrina narcisista para la perfección individual del alma.

No es una creencia teórica, ajena a la transformación de este «valle de lágrimas».

No es la hipoteca de media hora semanal de misa para tener la conciencia tranquila.

No es la aceptación de unos ritos sagrados que arrastren los puntos cardinales de la vida humana.

No es una religión sociológica, recibida y transmitida por herencia, como la lengua o el apellido.

No es un componente folklórico más del mosaico de la sociedad. 

No es un depósito de verdades religiosas que se archiva en los anaqueles del entendimiento.


Una vez despejado ese múltiple error, que confunde el cristianismo con una religión alienadora del quehacer nuestro de cada día, 
pongamos las cartas boca arriba sobre la auténtica fe cristiana, 
que es una cuerda locura o una loca cordura. 

O, mejor aún, una locura cordial.




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Esta semana hemos sido testigos de un cambio de paradigmas, con la elección de un Papa "cristiano", cosas que no sucede desde que Jesús le de nombre a uno de sus apóstoles mas fieles...Un Papa de "Mente abierta y Corazón creyente" tal como el titulo de su ultimo libro. 
Existe una esperanza para lograr ese necesario cambio de consciencia, quizás el renacer del Cristianismo como lo prometieran los evangelistas con la metáfora de la "segunda venida". 

8 de marzo de 2013

Mujer Poesia

Un cuerpo casi perfecto,
con curvas delineadas,
que superan en belleza
a toda cosas creada.

Así se presentan ellas
en una perfecta armonía,
la mujer es primavera
convertida en poesías.



Eres la creación del universo,
eres mujer, dueña del misterio,
la que despierta los sentimientos
tan profundos como el mar abierto.

Brisa fresca del amanecer,
la tormenta, la calma y silencio,
la pasión, el camino y el cielo,
la vida, el más grande misterio.

Mujer que te escondes tras mis versos,
en cada silaba, cada letra,
un hermoso ramo de violetas,
que haces que por ti gire el planeta.




Dios conserve en ti esa belleza,
aquella que se encuentra muy adentro,
la que en el corazón y alma llevas,
la única que perdura en el tiempo.







2 de marzo de 2013

Carta a mi Cunegunda

Escribo para cumplir una promesa, porque la destinataria (oui, cest une femme) no me lo perdonaría, "Levántate una y otra vez hasta que los corderos se conviertan en leones" ese es un lema muy loco porque apela a lo imposible, pero me sirve para animarme...y sé bien que ella no pide demasiado, con ser la preferida se conforma.

Es una sensación inexplicable descubrir que no estoy allí con ella, nunca sé en donde estoy...estoy en todos lados y en ninguno tal como un Dios. Lo nuestro es un amor inalcanzable, a aquel que por diversas circunstancias no se puede materializar; en el puede haber un elemento que se da de forma mental, imaginativa o idealista y no de forma física. Una necesidad de tener lo ideal sin que sea real.


Carta para Gimena:


Esta carta que te escribo no la tires en un rincón porque la tinta es mi sangre y el papel mi corazón. Me contó un pajarito(azul) que acabas de volver de vacaciones, yo mientras tanto sigo de vacaciones en este el mejor de los mundos posibles, y es que tu sola existencia mi Cunegunda hace de este mundo el mejor... quizá también porque este es el único mundo. A veces me pongo a pensar: ¿Que sucedería si después de tanto recorrer caminos laberínticos te llego a encontrar? La evidencia señala que cumplido este deseo tendría que emprender viaje hacia otra mujer, pero aun tu presencia supuesta en algún lugar distante hace que este tipo de locura suceda; pensar en esto, escribir este texto...
Trataba a los hombres con la mas noble altivez, alzando el pescuezo, hablando en tan descompasadas y recias voces, y en tono tan altivo, y afectando ademanes tan arrogantes, que a cuantos le saludaban les venían tentaciones de hartarle de bofetadas. Era con esto enamorado hasta no mas, y Cunegunda le pareció la mas hermosa criatura de cuantas había visto.
Por un momento creía que me había muerto y había entrado en el cielo. Pero ahora veo que estoy vivo, y el cielo ha venido a mi. Es que tu eres única, bueno no la única pero si la única a quien esta dirigida esta carta. 
No soy tu novio ni tampoco tu amante, pero te quiero con los ojos cerrados y eso es suficiente. 

Ansío quererte y tenerte
que en mi corazón haya fiesta
que lluevan del cielo flores
eternizando de primavera éste amor.

Quiero contigo, todos los días feriados
y descansar a tu lado
los sábados y domingos,
quiero llenar de color el mundo
con el rosa de tus mejillas.

Todo podría ocurrir… si tú me quisieras
si te encontrara, si como yo soñaras;
en medio del gentío, o en la soledad,
en la alegría, o en ese halo de tristeza…
cuando se bosqueja una sonrisa.



“Soberana y alta señora:
El herido de punta de ausencia, y el llagado de las telas del corazón, dulcísima Dulcinea del Toboso, te envía la salud que él no tiene. Si tu fermosura me desprecia, si tu valor no es en mi pro, si tus desdenes son en mi afincamiento, maguer que yo sea asaz de sufrido, mal podré sostenerme en esta cuita, que además de ser fuerte es muy duradera. Mi buen escudero Sancho te dará entera relación, ¡oh bella ingrata, amada enemiga mía!, del modo que por tu causa quedo. Si gustares de socorrerme, tuyo soy; y si no, haz lo que te viniere en gusto, que con acabar mi vida habré satisfecho a tu crueldad y a mi deseo.
Tuyo hasta la muerte,
El caballero de la triste figura”


Tuyo hasta la eternidad "El LOCO"